"LOS FUTUROS NO REALIZADOS
SON SÓLO RAMAS DEL PASADO, RAMAS SECAS"
Italo Calvino, Las ciudades invisibles
Italo Calvino, Las ciudades invisibles
A esta altura del camino,
cuando al cruzar el umbral de otro nuevo inicio se vuelve la mirada
hacia atrás, a menudo los pensamientos se
tiñen del verdor de las ramas indultadas, se colorean de esos
pasados que salen a flote y se hacen verdad dibujando una acuarela
con los futuros que nos colman el presente.
Los deseos, los propósitos, los sueños imaginados, perseguidos y no alcanzados, las personas que se quedan atrás, los paisajes perdidos y los nunca vistos, las ciudades invisibles de unas geografias imaginarias andadas con pasos no dados.
Los deseos, los propósitos, los sueños imaginados, perseguidos y no alcanzados, las personas que se quedan atrás, los paisajes perdidos y los nunca vistos, las ciudades invisibles de unas geografias imaginarias andadas con pasos no dados.
Y que como todo lo
invisible, a veces son esencialmente más verdaderas que cualquiera
de las cosas que puedan tocarse o verse. Y es precisamente de esa
invisibilidad desde donde construimos el futuro, entrelazando ramas
del presente y de pasados.
A veces ocurre que con
estas ramas y con las otras entretejemos un canasto multicolor donde
cabemos enteros, nos acurrucamos adentro, y nos mecemos al compás
de una pregunta...
" ¿ADONDE VAN? " - Silvio Rodriguez, album "Mujeres", 1978
¿Adónde van las palabras que no se quedaron?
¿adónde van las miradas que un día partieron?
¿acaso flotan eternas, como prisioneras de un ventarrón?
¿o se acurrucan, entre las rendijas, buscando calor?
¿acaso ruedan sobre los cristales, cual gotas de lluvia que quieren pasar?
¿acaso nunca vuelven a ser algo?
¿acaso se van?
¿y a dónde van?
¿adónde van?
¿en qué estarán convertidos mis viejos zapatos?
¿a dónde fueron a dar tantas hojas de un árbol?
¿por dónde están las angustias, que desde tus ojos saltaron por mí?
¿adónde fueron mis palabras sucias de sangre de abril?
¿adónde van ahora mismo estos cuerpos, que no puedo nunca dejar de alumbrar?
¿acaso nunca vuelven a ser algo?
¿acaso se van?
¿y a dónde van?
¿adónde van?
¿adónde va lo común, lo de todos los días?
¿el descalzarse en la puerta, la mano amiga?
¿adónde va la sorpresa, casi cotidiana del atardecer?
¿adónde va el mantel de la mesa, el café de ayer?
¿adónde van los pequeños terribles encantos que tiene el hogar?
¿acaso nunca vuelven a ser algo?
¿acaso se van?
¿y a dónde van?
¿adónde van...?
¿adónde van las miradas que un día partieron?
¿acaso flotan eternas, como prisioneras de un ventarrón?
¿o se acurrucan, entre las rendijas, buscando calor?
¿acaso ruedan sobre los cristales, cual gotas de lluvia que quieren pasar?
¿acaso nunca vuelven a ser algo?
¿acaso se van?
¿y a dónde van?
¿adónde van?
¿en qué estarán convertidos mis viejos zapatos?
¿a dónde fueron a dar tantas hojas de un árbol?
¿por dónde están las angustias, que desde tus ojos saltaron por mí?
¿adónde fueron mis palabras sucias de sangre de abril?
¿adónde van ahora mismo estos cuerpos, que no puedo nunca dejar de alumbrar?
¿acaso nunca vuelven a ser algo?
¿acaso se van?
¿y a dónde van?
¿adónde van?
¿adónde va lo común, lo de todos los días?
¿el descalzarse en la puerta, la mano amiga?
¿adónde va la sorpresa, casi cotidiana del atardecer?
¿adónde va el mantel de la mesa, el café de ayer?
¿adónde van los pequeños terribles encantos que tiene el hogar?
¿acaso nunca vuelven a ser algo?
¿acaso se van?
¿y a dónde van?
¿adónde van...?