jueves, 29 de diciembre de 2011

UN TRIBUTO A CESARIA EVORA, LA EMBAJADORA DE CABO VERDE

Cesària Evora, fallecida el 17 de diciembre
   La entrada de esta noche es un tributo a una mujer y a su voz, que era la de todo un archipiélago. Hablamos de la recién fallecida Cesària Evora, grande interprete de la morna, uno de los ritmos tradicionales de las islas de Cabo Verde, el Caribe de África.
La música popular siempre ha sido un medio poderoso para representar, contestar y negociar las identidades cambiantes en medio de las diásporas del mundo moderno y las encrucijadas de la globalización. Recordemos que la música siempre marca las continuidades y las rupturas, sostiene y re-establece conexiones a través espacios y culturas que sobrepasan las nacionesy los límites. La música de Cabo Verde, tal como el panorama del caribe hispano, constituye el vital diálogo entre la historia, las memorias, las identidades, las etnicidades y las tradiciones y las aspiraciones de los pueblos.
Siendo las islas de Cabo Verde parte del mundo lusófono -osea de lengua portuguesa- la relación con el español y con la hispanidad es muy estrecha, sobre todo si se logran captar ciertas afinidades y proximidades con el área cultural del Caribe hispanófono, sea en campo musical sea en otras manifestaciones artísticas.
La música de Cabo Verde, con sus estilos e influencias diferentes, es una síntesis bien lograda de dos mundos distintos, él de los colonos portugueses que poblaron las islas que a partir del siglo XVI se convirtieron en cuartel general para el intercambioy comercio de esclavos procedentes de la África occidental, y el mundo africano. Del primero conserva las melodías, la modulación de la voz lamentosa como en el fado de la madrepatria, y el uso de la guitarra como acompañamiento, mientras que del segundo, el elemento más fuerte y presente, usa la ritmica, el color y la intensidad performativa de los instrumentos de percusión. Vamos a escuchar entonces unos temas de morna tomados de la rica discografía de “la diva con los pies descalzos”, como fue bautizada Cesària Evora:
   
 

La morna no es el único género musical del folklor caboverdiano: junto a ése encontramos la matriz más negra de la cultura del archipiélago que nunca deja de comunicarse en relación osmótica con las otras culturas del continente y con Brasil, osea los géneros llamados zouk, un ritmo que viene de otra región de la África lusófona, Angola, el funanà o el más reciente kuduro, ahora muy famoso -pero sólo como nombre, no por ser el verdadero- gracias a una canción que este verano ha trepado las clasíficas italianas proponiéndo una interpretación en clave reggaeton -en mi forma de ver depurada y agringada- del género nacido entre Angola y Mozambique.
Por mi de-formación experiencial y afectiva no puedo sino compartir mi estupor y el placer que probé al dar por primera vez con el género musical funanà: resulta ser una mezcla explosiva de un ritmo binario de origen africano, empleado hoy para muchos géneros, ejecutado con instrumentos que pertenecen a otras tradiciones musicales, tal como el acordeón a tastos -que figura también en otros géneros caboverdianos- y el “ferro”, un idiófono que en el caribe hispano llamarían guacharaca o guiro
Prácticamente, sin darle más vueltas a la cosa, ¡el funanà resulta ser el hermano del vallenato colombiano del Caribe africano! Efectivamente, el parentesco no es casual, y echa raíces en el viaje de los ritmos y tradiciones musicales que vienen de África, van a América del sur a través de Brasil, se bañan en el multicolor mar del caribe, y regresan a África vestidos con nuevas prendas y enriquecidos por el contacto y la contaminación propria de cada viaje, de cada camino. 
Además, quien me conoce mejor sabe que estoy enfermo de “Colombianitis” -un virus muy peligroso por ser altamente contagioso- y soy muy sensible a lo que viene de esas cercanas lejanías.
Bueno, para que entiendan de lo que estoy hablando l@s dejo a la escucha de unos temas de la banda más representativa de Cabo Verde de ese género musical que echa puentes con el caribe colombiano,   los Ferro Gaita. ¡Suban el volúmen y a gozar el funanà!

    

Aprovecho de la atmósfera fiestera que esta contribución musical habrá despertado para volverl@s a felicitar y desearles un feliz año nuevo lleno de positividad y... de caminos para recorrer.
Volveré a estar aquí a partir del 5 de enero. 
Prepárense, Caminantes, porque empezaremos el 2012 con una serie de MINICUENTOS y MICRORELATOS, un género aparte en la literatura en prosa, lleno de sorpresas e intriga, que ve el continente latinoamericano como la cuna de sus expresiones más importantes e inovadoras, a partir del ya mencionado escritor guatemalteco Augusto Monterroso, el autor del minicuento que algun@ de ustedes ya estará leyendo durante las vacaciones. Hasta pronto. Un saludo a tod@s, querid@s Caminantes, el último del 2011.




domingo, 25 de diciembre de 2011

"LAUDATE HOMINEM", OSEA, UNA NAVIDAD DE AUTOR



  En el día de hoy, querid@s Tod@s, no puedo sino desearles unas felices fiestas -y sobre todo unas felices siestas- con un acompañamiento musical que para muchos será algo inédito: trátase de la ejecución en vivo de unos temas de nuestro Fabrizio De André tomados de su disco “La buona novella” (1970) donde el cantautor genovés vuelve la mirada hacia los Evangelios y nos restituye la vibrante dimensión humana de los protagonistas de los hechos narrados.



  Desde nuestra querida hispanoamérica, precisamente de la isla de Cuba, quiero que escuchen otra contribución de autor dedicada precisamente al día de hoy, la cual nos llega de las cuerdas de Silvio Rodríguez. El tema es “Canción de Navidad” (1988); a continuación les añado la letra, para escucharla con los oidos y no sólo.
Que pasen unas felices fiestas. ¡Hasta pronto Caminantes!
    

“Canción de Navidad”

"El fin de año huele a compras,
enhorabuenas y postales
con votos de renovación.
Y yo que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.

La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones,
otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar.

Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego
que no tienes ninguna.

Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.


Tener no es signo de malvado
y no tener tampoco es prueba
de que acompañe la virtud.
Pero el que nace bien parado,
en procurarse lo que anhela
no tiene que invertir salud.

Por eso canto a quien no escucha,
a quien no dejan escucharme,
a quien ya nunca me escuchó,
al que en su cotidiana lucha
me da razones para amarle,
a aquel que nadie le cantó".