Son éstos unos
dias llenos de esperanzas allá en el paralelo 60, en esa Noruega
septentrional donde l@s colombian@s
amig@s de la paz y l@s
amig@s de Colombia dirigen sus anhelos
para el comienzo de las mesas exploratorias de diálogos entre
Gobierno colombiano y representantes de las guerrillas de las FARC
para intentar coger los caminos hacia la paz y terminar la guerra fratricida que sacude y violenta al país tropical desde hace más de 60
años. Colombia,
el tercer País con la mayor desigualdad del mundo y con la guerrilla
más antigua de Latinoamérica, un paraíso negado a la Historia y a
su gente.
Llevo
ya un par de semanas hablando con ustedes Caminantes del asunto y
poniéndoles al día sobre la naturaleza y el desarrollo de este
intento de proceso de paz, porque en esto están en juego las suertes
de millones de vidas humanas, con sus esperanzas, deseos de justicia,
anhelos de equidad , memoria y reparación.
Poner
fin a más de medio siglo de guerra no declarada pero real
equivaldría a sacar a un País entero del limbo existencial en que
está sumido, pagando el precio de una condena al mundo de los sueños
que no se pueden soñar, de los deseos que no es posible desear, que
ha sido impuesto por una estricta minoría de oligarcas dentro y
fuera del País, quienes usurpan, venden y regalan las tierras y sus
recursos obedeciendo sin escrúpulos a los imperativos de la geofagia
de los Mercados.
Para
solucionar un conflicto interno entre el Estado y los grupos
insurgentes que afincan sus raices y su existencia misma en el
terreno de susodichas injusticias, claro está que hay que encontrar
una solución COMPARTIDA a las causas que han generado la guerra -que
analistas e historiadores como el colombo-francés Daniel Pécaut han
llamado “guerra contra la población”- para que no se vuelvan a
proponer y así preparar un escenario diferente que abra hacia un
futuro de DIALOGO y búsqueda de una paz real duradera.
El negociador para el Gobierno H.De la Calle, y el representante de FARC-EP | Ivan Marques |
No
es por azar que vengo escribiendo hoy estas líneas en nuestro blog,
ya que hoy mismo, hace exáctamente 30 años, el escritor colombiano
Gabriel García Márquez recibía el Premio Nobel por su novela “Cien
años de soledad”, celebrada en todo
el mundo como iniciadora de un estilo etiquetado por nosotros
“realismo mágico”, y que como ya les he demostrado más de una
vez no hizo que perpetuar la imágen de una America Latina sumida en
un mundo de ensueño y magia, flotando lejos de lo real con su
naturaleza salvaje, su folklor y carnavales, osea sin derecho alguno
a ser incorporada al mundo de la cultura, y por extensión, sin
derecho a ser reconocida como sujeto real que pide atención,
comprensión, respeto y justicia como cualquier otra tierra y pueblo
del mundo. Sin embargo, ay de nosotros, esa condena al limbo de la
guerra y de lo exótico aún no ha terminado, y es precisamente lo
que denunció ante el mundo entero el mismo autor de la novela
galardonada con un memorable y contundente discurso al recibir el
Premio a manos del Rey de Suecia, titulado "la soledad de América Latina".
Aquí
se lo propongo en una grabación audio de la época, y a continuación
les adjunto el discurso que, después de 30 años ha hecho hoy en Oslo el representante de las guerrillas de las FARC Iván Márquez,
al abrir la mesa de los diálogos de paz. Es impresionante la
coincidencia entre los dos, pero no es ninguna coincidencia, al fin y
al cabo. El primero, escritor, hablaba en nombre de un continente
real excluido del mapa de lo real, y el segundo, guerrillero, ha
hablado en nombre de pueblos acallados, violados y excluidos de las
decisiones de unos pocos.
Yo
también junto con la comunidad internacional estaré con con los
ojos abiertos y el corazón latiendo de esperanza para esta gran
ocasión para Colombia y el mundo entero, para que
“el pueblo colombiano tenga otra oportunidad sobre la tierra”.
Sin aún comenzar la discusión, no coloquemos como espada de Damocles, a pender amenazas sobre la existencia de esta mesa. Sometamos las razones de cada una de las partes contendientes al veredicto de la nación, a la veeduría ciudadana. No permitamos que los manipuladores de opinión, desvíen el rumbo de esta causa necesaria que es la reconciliación y la paz de los colombianos en condiciones de justicia y dignidad. La gran prensa no puede seguir actuando como juez inicuo frente al conflicto, porque como decía Cicerón, “un juez inicuo es peor que un verdugo”. De los esfuerzos de todos y de la solidaridad del mundo, depende el destino de Colombia. Bienaventurados los que entienden que las palabras de concordia y de paz no deben servir para ocultar sentimientos de rencor y exterminio. ¡Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para los hombres del pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia! Damos la bienvenida a este nuevo emprendimiento por la paz con justicia social. Todos, por la solución incruenta del conflicto colombiano."
IVAN MARQUEZ- 20/10/2012-