domingo, 4 de noviembre de 2012

IDENTIDADES EN MOVIMIENTO

"La bùsqueda de la identidad", foto de Chema Madoz
   
   En esta breve pausa de vacaciones vamos a aprovechar la suspensión de la rutina escolar. No hay mejor momento para tomarnos una pausa, sentarnos tranquilos al borde del Camino -que a veces parece un autopista- y detenernos sin afán sobre conceptos e ideas que encontramos a lo largo de nuestras andanzas por la lengua española y su literatura. El concepto que aquí me propongo empezar a profundizar surge del tema que recientemente hemos tradado en el curso 4D tomando como pre-texto el pasado “Día de la Hispanidad”, osea el concepto de IDENTIDAD.
Piedra miliar y referencia obligada para emprender el camino de la literatura y de las demás formas de auto-re-presentación de una cultura, el complejo e inquieto concepto de identidad nos guiará cual estrella polar en muchos de los temas que trataremos, ásí que es necesario sentar las bases y empezar a introducirlo de forma sencilla, siguiendo el hilo rojo de nuestra última clase:

 - Bajo el aspecto antropológico, hay que subrayar ante todo que la autoconciencia de la propia identidad, a la que llega la persona humana, está siempre socialmente mediada; por eso llega originalmente al conocimiento de sí, « identificándose con aquel que los hombres de su ambiente ven en él y con el que tratan en consecuencia» (S. Freud). Esto significa también -a nivel de experiencia humana- que la identidad no se percibe primariamente en los objetos externos, sino que es dada en la experiencia que el sujeto tiene de sí, y que es siempre un volver a sí mismo desde la experiencia del mundo y, sobre todo, de la relación con la persona que está en frente. Finalmente, hay que subrayar que la identidad de la persona que se ha alcanzado a través de esta actuación se desarrolla sólo volcándose y saliendo «fuera de sí misma» en la relación con el otro y con el mundo. Así pues, la identidad es originalmente un fenómeno antropológico: de la persona humana como ser social y encarnado en el mundo.

El Roto, en El Paìs del 12/10/'12
- Por lo tanto, la identidad se construye mediante el proceso de socialización, en primer lugar intervienen los grupos primarios o agencias formales (núcleo familiar) y posteriormente las agencias difusas (la sociedad en su conjunto, donde se manifiesta todos los aspectos del patrón universal), en estos procesos se interioriza toda la actitud, formas de vida, valores, reglas, costumbres, formas de pensar, actuar, etc., dentro de un contexto, es construida en una unidad entre la cultura (material e inmaterial) y la sociedad; ambos en estrecha interrelación van asignando y moldeando, a la vez esta entretejido por sus patrones culturales, símbolos, ritos, costumbres, regulados dentro de una identidad compartida e interactua, bajo modelos socioculturales.

-  Al igual que un organismo biológico construye su organización y autonomía a partir de su relación con el entorno, nosotros como seres no solo biológicos sino también sociales y culturales construimos nuestra autonomía e identidad por medio de la dependencia con nuestro entorno cercano. Pero esa construcción es una construcción individual (que no es aislada de la colectividad), esa construcción individualizadora necesita de lo diverso y crea al mismo tiempo diversidad.

- La diversidad, entonces funciona como freno a la homogeneidad introduciendo un "desorden" en las estructuras mentales y culturales de las personas, las sociedades y las culturas, que por el contrario, de no ser así, se impiden en una identidad invariable. La diversidad es posibilidad de enriquecimiento y cambio evolutivo si estamos dispuestos a abrirnos relativamente a lo otro. La diversidad es posibilidad de construcción de una identidad más compleja y múltiple, reforzados en su particularidad.

- Una construcción compleja de la identidad en la diversidad nos hace únicos y a la vez nos posibilita el reconocimiento de partes que tenemos en común con los otros. En otro sentido, la identidad esencialista le corresponde una idea de hombre unidimensional. En cambio, la posibilidad de comprensión del "otro", diverso a nosotros, necesita de una concepción multidimensional del hombre, por lo tanto, necesita de una identidad entendida como proceso de construcción siempre abierto; por ello dice el antropólogo mejicano G.Giménez (1992), que "la identidad de ninguna manera anula la diversidad, la oposición e incluso la contradicción. Es la unidad dentro de la diversidad, de la heterogeneidad". 
 
  Recordado todo esto, vamos pues a aplicarlo a dos casos concretos que Stella C., Caminante de 4D, me ha proporcionado con sus preciosas contribuciones. La primera es un comentario suyo sobre el sentido de la celebración del 12 de Octubre en los países hispanohablantes, y la segunda es un artículo que ella me ha se ñalado sobre la campa ña lanzada por Argentina para encontrar en el exterior -in primis en Italia- a hijos de Desaparecid@s por la dictadura militar que sacudió el país del Cono Sur entre 1976 y 1983. Ambos temas, por muy distintos que sean, ponen una misma pregunta originaria y destapan una problem ática relacionada con todos nosotros en qualquier momento de nuestra vida: ¿quién soy yo?, ¿quiénes son los otros?, ¿cómo me re-presento a mí mismo, y ¿cuáles son las propiedades, cualidades y carácterísticas que me definen y marcan las diferencias entre un yo/nosotros y un ellos/los otros? Hay más: ¿la identidad es, al fin y al cabo, algo fijo, inamovible, monolítico y sempiterno?
El primer tema centra el blanco en cuanto de forma sintética hace vislumbrar la idea de que es fisiológico, tanto para el individuo como para una cultura entera, que la identidad es un proceso siempre cambiante, en construcción perpétua, que a cada experiencia personal o colectiva se enriquece de nuevos significados y se vuelve más compleja e inclusiva, precisamente como la identidad europea se vió impulsada a reflexionar sobre sí misma al encontrar una Otredad como el mundo americano y las culturas de los pueblos que ahí vivían. Con la autorización de la interesada publico el breve texto a continuación: 

  El segundo tema surge del artículo del periódico argentino Página 12 sobre los 393 hijos de Desaparecid@s cuya identidad verdadera aún queda por esclarecer, quienes fueron secuestrados de sus familias por autoridades del gobierno militar, en muchos casos directamente desde el hospital a los pocos días de nacidos, y “regalados” -como si fueran objetos- a familias de militares, de miembros del gobierno o cercanas a la dictadura, dentro y fuera del país. Parece una película de terror, pero es una realidad concreta y verdadera. En este caso queda claro como los avatares de la vida e historia política de un país afectan y determinan lo más íntimo de la vida e historia personal de cientos de individuos, falseando sus orígenes, “falsificando” sus procedencias familiares, en fin, manipulando sus identidades y percepción de sí desde las bases. El concepto de identidad se perfila entonces como proceso dinámico, en progresiva re-escritura, como un re-descubrimiento, como proceso de recuperación de la verdad histórica individual negada por decreto.
Para profundizar el tema les aconsejo dos películas argentinas y un documental, respectivamente “H.I.J.O.S.” de Marco Bechis (1999), la reciente “Verdades verdaderas” de (2011), y el excelente documento testimonial sobre la dictadura chilena “La memoria obstinada” de Patricio Guzmán (1997), que les recomiendo de forma vivísima. 

Las tres yo las tengo, con o sin  subtitulos, así que cuando quieran se las paso con mucho gusto.
Aquì me paro. Por hoy.
Feliz domingo y hasta pronto.