El director siciliano de cine Pasquale
Scimeca, en la búsqueda de sus orígenes judíos, cruenta en una película sincera
y genuina “La passione di Giosuè l’ebreo (2005)” una historia de intolerancia:
En el año
del Señor 1492 los Reyes católicos Isabel y Fernando deciden que España tiene
que ser interamente católica. Los judíos son forzados a emigrar al exterior
buscando una tierra donde poder vivir si rechazar su propia fe, porque la orden
de expulsión les otorgaba como única alternativa al exilio la conversión
forzada al catolicismo. Un joven judío español llamado Giosuè (quien en su comunidad
es considerado como el Mesía) es expulsado de España junto con su pueblo
perseguido por la orden de expulsión. Si bien se entregaba mucho al estudio de
las Escrituras sagradas, Giosuè es un joven cándido, inconciente de las
expectativas divinas sobre su persona. Tras una serie de aventuras logra llegar
a Nápoles, pero tiene que huir de ahí también, porque el odio antisemita ha
llegado en todas partes ya.
Arribado a
Sicilia se va a vivir con su familia en un pueblo de carbonerosfundado por judíos,
quienes han tenido que convertirse forzosamente al catolicismo, ya que Sicilia
en ese entonces pertenecía a la
Corona española. Un día se va a la ciudad de Hassin, donde
gana un certamen de erudición sobre las Escrituras. Como premio es escogido
para interpretar la figura de Cristo en la sagrada representación itinerante de
la Pasión. Se
identifica tanto en el papel del Mesía que el Inquisidor (intuyendo sus orígenes
judías), decide darle muerte. Así, tal como su antepasado judío de 1500 años
antes de él, termina siendo ajusticiado con el suplicio de la cruz, porque el
Poder nunca puede tolerar las Verdades de los Otros, ni menos a quienes las
representan y profesan.
Una
película alternativa para ahondar en el tema del Día de la Memoria.
Buena
visión a Tod@ Caminante.
HUELLAS
SONORAS DE SEFARAD POR EL MEDITERRANEO:
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